El presidente de la Agencia de Desarrollo Rural, Diego Bautista, habló con este diario sobre la puesta en marcha de la reforma rural integral del gobierno de Gustavo Petro, los retos que tiene el agro colombiano para poder entrar a nuevos mercados internacionales y reveló que ya existen investigaciones sobre algunos distritos de riego en el país a los que algunos los han llamado como ‘elefantes blancos’.
¿Cuál será el papel de la Agencia de Desarrollo Rural en la reforma agraria?
Es una pieza fundamental en toda la apuesta del presidente Gustavo Petro en los cambios del campo colombiano. Esta entidad entrega a quienes están accediendo por primera vez a un título todos los elementos para que en esa tierra sucedan los proyectos productivos para la generación de ingresos, para que resuelvan los temas de seguridad alimentaria y se vinculen a plataformas comerciales amplias. Además, impulsamos a quienes ya cuentan con una experiencia y plataforma comercial para que haya una integración de pequeños, medianos y grandes productores en los territorios del país.
¿Hay alguna línea de acción con los bienes de la SAE que están siendo titulados por el Gobierno?
Con los títulos de tierras que eran de los narcotraficantes y que la SAE está entregando a producción productiva, como en Támesis, la tierra que se entregó en Córdoba, o en Planeta Rica, nosotros entramos con lo que va a suceder en esos predios analizando qué se puede sembrar o si se puede hacer ganadería sostenible. Hacemos todo el proceso de asistencia técnica, el proceso de comercialización y de desarrollo integral para el campesino.
¿Qué plan tienen con las tierras aptas para producción pero que no están siendo aprovechadas?
Hacía muchos años que no entraban nuevas reservas campesinas, ya entró una este diciembre, pero hay un plan para que entren cuatro más de compras de tierras que ha hecho el Gobierno y estaremos con el acompañamiento e impulsando proyectos de desarrollo en esos territorios.
¿Cómo se incorpora la Agencia en la erradicación voluntaria de cultivos de coca?
El tema de los cultivos es un problema gigantesco que está articulado con otras agencias del Gobierno. Lo primero es llegar con soluciones para los acuerdos de sustitución, acompañar a esas comunidades que están dejando la coca con proyectos estructurales y de largo plazo. En el caso de Tumaco, donde es alto el nivel de siembra de coca, vamos a incentivar programas de sustitución como el coco y la pesca.
¿A quién van dirigidos los programas de desarrollo?
Nuestra gran apuesta es a los pequeños productores, en especial aquellos que estén asociados con otros productores y así se puedan integrar a cadenas productivas más amplias.
¿Cuál es el estado actual de los distritos de riego?
Hay tres distritos grandes: el de Ranchería, el Triángulo del Tolima y el Tesalia-Paicol. Estamos resolviendo cómo terminar esas obras monumentales de forma ventajosa a la apuesta productiva. Pronto van a conocer qué pasará exactamente con esos distritos. Sin embargo, el de Ranchería tiene opción no solamente productiva, sino de poder generar agua potable para uso humano que es de tanta necesidad en La Guajira.
¿Se puede decir que esas obras son elefantes blancos?
Ha habido unas inversiones grandes en esos proyectos, pero lo que vamos a hacer es que esas obras no se conviertan en eso.
¿Hay investigaciones penales, disciplinarias o de control fiscal?
Sí. Ya hay una serie de controles y de auditorías con distritos de riego que no han entrado en funcionamiento y con otros que ya están funcionando porque estos tienen unas carteras de dinero gigantescas, se debe mucha plata. Estamos realizando un inventario de los 87 distritos de riego que tiene el sector público, que si bien hay unos funcionando, pero se debe invertir 50.000 millones de pesos anuales para mantenerlos. Lo que se ha visto que es que hay infraestructuras que están deterioradas y no están produciendo, por esto estamos mirando cuáles están funcionando para a esos solamente hacerle la inversión.
¿Y los que no?
Ahí miraremos cómo vamos liquidando y cerrando, pero no podemos seguir en un gasto eterno de inversiones a distritos de riego que no estén produciendo.
¿El presupuesto que tienen sí puede desarrollar todo lo que están planteando?
El presupuesto en el país nunca será suficiente para atender todas las necesidades del campo, además, los problemas del campo no son del Gobierno anterior, es algo que viene de décadas. La buena noticia es que el próximo año tendremos tres veces más el presupuesto que hoy tiene la Agencia. Además, esperamos que con los recaudos de la Reforma Tributaria tengamos más dinero para invertir.
¿Cómo se articularán con el sector privado?
Pese a que estamos enfocados a los pequeños productores, no se excluirá a los grandes porque sin ellos no podemos hacer una mayor producción de alimentos y generar una cohesión comunitaria. Hubo quienes decían que este Gobierno iba a ser excluyente de la gran empresa y lo que hemos visto ha sido sorprendente. Fedegán dio el primer paso y tras ese hecho se han acercado sectores de la caña, el arroz, el palo. Bienvenidos todos los sectores privados para hacer un verdadero cambio integral.
¿En cuánto tiempo se verá el cambio del campo que promete?
Al cabo de cuatro años dejaremos una institución consolidada, con procesos fuertes, integrada, con impacto y conectada territorialmente a la ciudadanía. Pero en el corto plazo ya está en marcha lo que está pasando con la titulación de tierras de la SAE, el impulso de 33 proyectos a pequeños productores, tenemos unos sistemas territoriales en los que se va a incorporar el Banco Agrario, Finagro, Agrosavia y el Ministerio de Transporte para que apoyen con innovación tecnológica.
¿Para dónde va la producción agrícola?
Nos toca aumentar el potencial de lo que ya está consolidado como el café, cacao, banano, flores y elevar la potencialidad de nuevos cultivos como arándanos o el aguacate. Hay un gran reto que es adaptarnos a las condiciones de los mercados internacionales. Hay exigencias de la Unión Europea para entrar en su mercado. Si no adoptamos temas sostenibles con el medio ambiente no vamos a poder vender un solo producto allá y eso requiere la transformación de los proyectos productivos. Producto que se produzca en un área de deforestación no se va a poder vender en el mundo.
ENTREVISTA TOMADA DE EL TIEMPO