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Gira Semillas de Paz en Sucre: 21.000 millones para yuca, ganado y pesca

La pesca artesanal puede obtener mejores capturas si los pescadores cuentan con embarcaciones de mayor capacidad. Foto: Alejandro González (ADR)

La pesca artesanal puede obtener mejores capturas si los pescadores cuentan con embarcaciones de mayor capacidad. Foto: Alejandro González (ADR)

  • 690 familias víctimas del conflicto armado cultivarán yuca industrial, un producto que tiene aplicaciones en los sectores textil, de alimentos, farmacéutico y cervecero, entre otras industrias.
  • La Agencia de Desarrollo Rural (entidad adscrita al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural) entregó dos barcos a organizaciones de pescadores del golfo de Morrosquillo.

 Tolú (Sucre), 19 de junio de 2024 (@ADR_Colombia). La Gira Semillas de Paz que emprendió la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) junto con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural para llevar proyectos productivos al campesinado de seis departamentos, hizo una parada especial en Sucre. Dos organizaciones de campesinos e indígenas y una de pescadores recibieron proyectos por 21.000 millones de pesos, destinados a 1.250 familias para que rompan el círculo de pobreza y se integren a la agricultura campesina, familiar, étnica y comunitaria.

Esta parada de la ADR por el departamento de Sucre, catalogado como uno de los más pobres del país, no solo tiene el propósito de reparar a miles de familias campesinas e indígenas que perdieron a sus seres queridos, sino reconocerlos como sujeto de derechos.

El primero de estos proyectos se implementará en San Antonio de Palmito, un municipio con vocación agrícola y ganadera, pero también con una historia de violencia y despojo que el Estado aún no ha logrado reparar. Allí, con 120 familias indígenas del pueblo Senú y 13 familias campesinas, se hará una inversión de 8.000 millones de pesos en ganadería doble propósito. Cada familia cuidará su ganado y producirá la leche, con la meta de transformarla y darle valor agregado. Así lo expresó Kelly Ledesma, representante legal de la asociación Asocipal: “Pensamos recolectar la leche en un tanque de enfriamiento para procesarla nosotros mismos y sacar sus derivados, y de esta manera abrir las puertas de la comercialización con nuestra propia marca”.

Cultivo de yuca industrial en ocho municipios

 El segundo proyecto se ejecutará en los municipios de Colosó, Corozal, Chalán, Los Palmitos, Morroa, Ovejas, San Antonio de Palmito, San Onofre y Tolú Viejo. Allí unieron esfuerzos la Agencia de Desarrollo Rural, las asociaciones campesinas e indígenas y la Gobernación de Sucre para ejecutar una inversión de 10.300 millones de pesos, destinados al cultivo de yuca industrial en predios pertenecientes a 690 familias víctimas del conflicto armado.

Durante años, campesinos e indígenas del pueblo Senú sufrieron el impacto de la violencia en estas regiones de Sucre. Pero hoy, gracias al Gobierno nacional y a las autoridades locales, las familias recibirán tractores e insumos para la mecanización del cultivo en estos municipios.

La yuca industrial tiene aplicaciones en los sectores textil, de alimentos, farmacéutico y cervecero, entre otras actividades económicas, por lo que se convierte en una fuente real de ingresos para miles de productores de estas regiones. Las numerosas posibilidades de mercado que tiene la yuca industrial permite que los campesinos piensen en grande, tal como lo sueña Donivaldo Mercado: “Tenemos la inquietud de apuntarle a la agroindustria de esta yuca, y por eso proponemos que entre el municipio, el departamento y la nación se arme un proyecto de gran envergadura para procesar la yuca y sacar sus derivados”.

En la entrega de estos proyectos estuvo presente la ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Jhenifer Mojica, quien resaltó la importancia de fortalecer a los productores campesinos de la mano de las organizaciones sociales: “La yuca puede ser una actividad muy lucrativa si la logramos cerrar con un proceso de acompañamiento técnico, de agroindustrialización, de asociatividad y cooperativismo para que la gente tenga seguridad y confianza de que lo que produce va a llegar a un buen destino”.

 De las canoas a los barcos de pesca

 Por último, la Agencia de Desarrollo Rural entregó en el municipio de Tolú dos barcos pesqueros con capacidad para seis pescadores y nueve metros de bodega. Gracias a esto se fortalecerán las artes de pesca en el golfo de Morrosquillo. Estos dos barcos hacen parte de un proyecto que supera los 2.700 millones de pesos, en el que también se incluyeron 11 embarcaciones de menor capacidad y otros equipos para el desarrollo de la pesca artesanal.

“Para las organizaciones de pescadores esto representa el comienzo del futuro del pescador, porque es un proyecto que si bien es del golfo de Morrosquillo hay que mostrarlo a nivel nacional. Nosotros, como pescadores del Golfo y con el grado de organización que llevamos, queremos mostrar que sí se pueden lograr los sueños si tenemos la ayuda de las instituciones”, sostuvo Eduardo Estrada, presidente de la Corporación de Pescadores Artesanales del golfo de Morrosquillo.

Por su parte, el presidente de la Agencia de Desarrollo Rural, Luis Alberto Higuera Malaver, destacó la importancia de que el Gobierno haga presencia en los territorios para potenciar la economía popular: “Con esta gira que hemos llamado Semillas de Paz, cumplimos las órdenes del presidente Petro de llevar desarrollo agroindustrial y de transformación a las pequeñas asociaciones, en el camino de conseguir la Paz Total. Y es en ese camino, atendiendo a las víctimas de los municipios PDET y generando productividad, que logramos ese anhelo de todos los colombianos”.

La flota de 13 embarcaciones estará al servicio de 400 hombres y 30 mujeres pescadoras del Caribe colombiano, que han desarrollado esta actividad a lo largo de generaciones para llevar el sustento de sus familias, pero sin ninguna posibilidad de crecimiento que les permita superar los círculos de pobreza.

La ganadería sostenible es una opción de crecimiento para la economía campesina, familiar y comunitaria. Foto: Alejandro González (ADR)

La ganadería sostenible es una opción de crecimiento para la economía campesina, familiar y comunitaria. Foto: Alejandro González (ADR)

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