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Del dolor de la guerra, al desarrollo rural

BENEFICIARIAS PANACA Y ADR

Quimbaya (Quindío), 05 de octubre de 2023.

  • Diplomado en Formación de Competencias para la Participación y el Fomento Asociativo, una caja de herramientas para fortalecer a los líderes campesinos de nuestro país.
  • En medio del proceso de formación, dos mujeres víctimas del conflicto armado tuvieron un momento de perdón y reconciliación.
    La Agencia de Desarrollo Rural anuncia ampliación de fechas para postulación de perfiles, en el marco de la convocatoria para cofinanciar proyectos productivos en todo el país.
  • 248 mujeres y 152 hombres participaron en el diplomado, entre ellos indígenas, raízales, víctimas de conflicto armado y jóvenes.

400 campesinas y campesinos de todo el país han concluido con éxito el Diplomado en Formación de Competencias para la Participación y el Fomento Asociativo, una colaboración entre la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), entidad adscrita al Ministerio de Agricultura, y la Fundación PANACA.

Este programa de formación, que se llevó a cabo en las instalaciones del reconocido parque agropecuario del Eje Cafetero, marca un hito en la capacitación y empoderamiento de líderes rurales en Colombia, con lo cual se persigue potenciar el desarrollo rural a través de las asociaciones legalmente constituidas y organizadas.

Durante 12 días de inmersión, los participantes adquirieron herramientas metodológicas para fomentar y fortalecer la participación asociativa en sus territorios y organizaciones. Esto les permitió reconocer la importancia del trabajo en equipo y, sobre todo, comprender que al estar asociados se facilitan los procesos de comercialización de sus productos, así como mayores posibilidades para postularse a futuras convocatorias.

El programa abarcó temas como el autoreconocimiento y liderazgo asistido con caballos. Igualmente, aspectos relacionados con el reconocimiento jurídico en la asociatividad y el fortalecimiento de competencias blandas. Todos aplicados a través de la metodología del “aprender haciendo”.

Justamente, este espacio sirvió para que diferentes culturas de todo el país se conocieran e intercambiaran sus costumbres ancestrales y métodos de producción. El escenario tuvo, además, un episodio conmovedor cuando Rosa Beatriz Rodríguez, firmante de los acuerdos de paz con las FARC, y Shirley Vargas, desplazada por el conflicto armado, sellaron un acto de perdón al reconocer que el campo es hoy su principal motivación para olvidar los desastres de la guerra.

“Un campesino con sus herramientas, con la tierra, con las semillas nativas, con los proyectos que hoy tiene la ADR, y con este Gobierno que le está apuntando al campo, sí puede salir adelante, porque las personas tienen trabajo. Eso ya es paz, la paz verdadera”, manifestó la excombatiente de las Farc.

Para Shirley, por otro lado, la paz comienza por ella misma, al perdonar y apoyar a la mujer campesina: “El trabajo del campo es gratificante, no tengo que hacerles daño a otros para poder producir la fruta. Estamos muy felices frente a los anuncios del Gobierno. Ellos nos invitan a visionar en grande y pensar que esta es la oportunidad para resignificarnos y entender que del trabajo de los campesinos depende todo el país”.

Para la Agencia de Desarrollo Rural, generar espacios de diálogo que permitan este tipo de encuentros para fomentar el conocimiento y ampliar las capacidades de los productores, hace parte de las estrategias para cambiar el campo.

Además, con ello se van cerrando cada vez más las brechas que provocan la violencia y se da impulso al desarrollo del campo. Al respecto, Mónica Adarme, vicepresidenta (e), de la ADR, manifestó: “Este tipo de espacios fomentan la paz verdadera, acercando formación y proyectos al campo colombiano. Estamos felices de poderle brindar al campesino herramientas que contribuyan verdaderamente al desarrollo rural de nuestro país”.

Por su parte, la directora de la Fundación PANACA, Lorena Marcela Cuéllar, destacó la importancia de esta colaboración, al señalar: “Lo que más busca la Fundación PANACA en estos procesos es fortalecer desde el individuo, es decir: ¿cómo soy yo desde el individuo para asociarme? ¿Qué me mueve para generar un impacto en las comunidades? Ha sido un éxito en el sentido de que el propósito se ha cumplido: brindar claridad sobre la asociatividad y la participación”.

248 mujeres y 152 hombres participaron en el diplomado, entre ellos indígenas, raízales, víctimas de conflicto armado y jóvenes, quienes trabajan con actividades productivas que abarcan la agricultura, la ganadería, la agroindustria y el agroturismo. El Grupo Empresarial PANACA, como parte de su responsabilidad social empresarial, otorgó a través de su Fundación dos becas a un hombre y una mujer procedentes de los departamentos de Amazonas y Tolima.

De igual forma, para Rosa, firmante del acuerdo de paz, este tipo de espacios resultan claves para impulsar el fomento asociativo: “Los campesinos y campesinas queremos ver cosas nuevas y aprender. La asociatividad funciona, es la columna de un grupo de personas. Las pautas que nos da la ADR y la Fundación Panaca son la clave para llevar a nuestro campo y al territorio lo que queremos: sembrar para seguir viviendo”.

Estos 400 graduados no solo adquirieron nuevas habilidades y conocimientos, sino que también se convierten en multiplicadores en sus comunidades. En un país donde la agricultura y el sector rural son esenciales para el desarrollo, estos líderes rurales están listos para llevar a cabo proyectos innovadores, fortalecer la participación comunitaria y promover el fomento asociativo.

De esta manera no solo podrán contribuir al desarrollo sostenible del campo, sino que lograrán escribir una nueva página en la historia del sector agropecuario del país.
Al finalizar el encuentro Rosa y Shirley cerraron con un acto de perdón, al manifestar que es el campo y el trabajo en equipo lo que rompe nuestras diferencias y donde realmente comienza la paz.

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