Proyecto productivo reconoce histórica lucha del campesinado de la finca La Europa en los Montes de María

Este miércoles 119 familias campesinas víctimas del conflicto armado, de los municipios de Ovejas y Los Palmitos, en alianza con la Agencia de Desarrollo Rural, pondrán en marcha un proyecto asociativo para el cultivo tecnificado de cáñamo de cannabis, que tiene uso en diferentes industrias, como la textil, cosmética, de alimentos, papelera, de bebidas y derivados no psicoactivos para consumo humano y veterinario. 

Se trata de un Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario Rural (PIDAR) por valor de 5.400 millones de pesos, de los cuales la ADR cofinancia 3.604 millones. Este capital permitirá que se tecnifiquen los predios mediante el suministro de tractores, remolque agrícola, sembradora para grano fino, herbicidas, entre otros insumos. Por su parte, la Asociación de Campesinos y Campesinas de La Europa aporta una contrapartida de 1.760 millones de pesos a la que se suman 39 millones de pesos de inversión privada por parte de SYDLATAM. Esta alianza público-privado-popular permitirá la generación de 119 empleos directos y 248 indirectos. 

Dicho proyecto, enmarcado en el mandato del presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez de establecer alianzas público-populares para la transformación económica de los territorios, no solo constituye una importante intervención de la ADR para la reparación social y económica de las familias víctimas del conflicto, sino también una forma de concretar la determinación del Gobierno nacional de industrializar la agricultura familiar, campesina, étnica y comunitaria.  

El proyecto de tecnificación para el cultivo de cáñamo de cannabis tendrá un valor de 5.400 millones de pesos.

Esta acción conjunta permitirá la generación de 119 empleos directos y 248 indirectos.

La tecnificación de los predios comprende el suministro de tractores, remolque agrícola, sembradora para grano fino, herbicidas, entre otros insumos.

“Este es un proyecto colectivo, con una idea clara de convertirnos en empresarios. Vamos a ser una empresa productora de cáñamo, pero al mismo tiempo participaremos en la transformación y la comercialización”, afirmó Argemiro Lara, presidente de la Asociación de Campesinos y Campesinas de La Europa. 

 

“Este proyecto, estructurado en tres meses y hecho realidad hoy con la entrega de la semilla del cambio, en el mes de diciembre se convertirá en el predio más grande de Colombia con un proceso de agroindustrialización de cáñamo de Cannabis en manos campesinas. ¿Quién iba a pensar hace 60 años que esto era posible? Esa realidad muestra que el Gobierno del Cambio está poniendo su foco de atención, su política pública y su presupuesto donde debe ser: en el territorio”, señaló el presidente Higuera al hacer entrega del emblema de la alianza.  

Asimismo, la ministra Jhenifer Mojica, destacó la importancia de este proyecto para el logro de la paz total: “El Gobierno nacional se ha propuesto poner como centro de sus apuestas de desarrollo la construcción de la paz. La primera empresa productora de cáñamo en Colombia será una asociación de cooperativas de campesinos en la región de los Montes de María, con todas las ganancias que esto va a generar, en donde hay una alianza público-privado-popular, con ingresos dignificantes para las comunidades”. 

Al basarse en la demanda, el proyecto de cultivo de cáñamo contrasta con los cultivos tradicionales de la región, como los de yuca, tabaco, ajonjolí, cacao y maíz, que se basan en la oferta. Adicionalmente, esta alianza se constituye en una concreción de la política de paz total en el territorio de los Montes de María, azotados durante casi seis décadas por el despojo mediante el abuso de la fuerza y el terror. Por ello será, a la vez, un homenaje a las víctimas que entregaron su vida defendiendo la tierra para quien la trabaja. 

La entrega de este proyecto también fue la ocasión para recordar y honrar la vida de la defensora de derechos humanos Ingrid Vergara, quien fue coordinadora y vocera del Movimiento Nacional de Víctimas (Movice) en Sucre e integrante de la Mesa de Garantías de este departamento. Fue finalista del Premio Nacional de Derechos Humanos y del Premio Internacional de Defensores de Derechos Humanos, de Front Line Defenders. Era, además, sobreviviente del genocidio contra el partido de oposición Unión Patriótica. 

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